Conversations With Other Women
| 2005
| 84 min.
| PAÍS Estados Unidos
| 2005
| 84 min.
| PAÍS Estados Unidos
| DIRECTOR Hans Canosa
| GUIÓN Gabrielle Zevin
| MÚSICA Star Parodi & Jeff Eden Fair
| FOTOGRAFÍA Steve Yedlin
| REPARTO Helena Bonham Carter, Aaron Eckhart, Nora Zehetner, Erik Eidem, Olivia Wilde, Brianna Brown, Thomas Lennon, Brian Geraghty
| PRODUCTORA GordonStreet Pictures. Distribuido por Fabrication Films
VALORACIÓN 10| GUIÓN Gabrielle Zevin
| MÚSICA Star Parodi & Jeff Eden Fair
| FOTOGRAFÍA Steve Yedlin
| REPARTO Helena Bonham Carter, Aaron Eckhart, Nora Zehetner, Erik Eidem, Olivia Wilde, Brianna Brown, Thomas Lennon, Brian Geraghty
| PRODUCTORA GordonStreet Pictures. Distribuido por Fabrication Films
La pantalla está dividida al medio. La misma escena (todas las escenas) pueden verse desde dos ángulos (¿split screen?; ¿double frame?). Un hombre pide que le deseen suerte, toma una copa y encara a una mujer. Allí comienza un extenso diálogo que durará toda la película (al estilo de Antes del amanecer). El contexto es un hotel en el que se desarrolla una boda. Ella es la dama de honor; él es hermano de la novia.
El título es, al menos, extraño, pero no tiene demasiada importancia. Respecto de la técnica utilizada, dijo el director: “este doble encuadre tiene que ver con mi propio bagaje. Yo no fui al cine hasta los diecisiete años y fue entonces cuando tuve una pesadilla en la que los actores de la película salían de la pantalla y morían. Fue entonces cuando mi mente creó esta opción, dos puntos de vista que he aplicado en esta película”, su intención era la de “ir acercando paulatinamente a los personajes, hasta que se fusionaran en un único plano. Para ello, en principio tenía planeado colocar a la mujer a la derecha del encuadre y al hombre a la izquierda. Sin embargo, al comenzar a rodar se movían constantemente, aunque al final creo haber conseguido que se respete esta tendencia, al menos en un cincuenta por ciento”.
Ella fuma un cigarrillo tras otro, pero no bebe; él si lo hace, constantemente
Ella tiene acento británico, él es netamente neoyorquino.
En medio de las escenas van apareciendo solapadamente otros personajes: son ellos, en un pasado algo remoto, se reviven viejas escenas.
El título es, al menos, extraño, pero no tiene demasiada importancia. Respecto de la técnica utilizada, dijo el director: “este doble encuadre tiene que ver con mi propio bagaje. Yo no fui al cine hasta los diecisiete años y fue entonces cuando tuve una pesadilla en la que los actores de la película salían de la pantalla y morían. Fue entonces cuando mi mente creó esta opción, dos puntos de vista que he aplicado en esta película”, su intención era la de “ir acercando paulatinamente a los personajes, hasta que se fusionaran en un único plano. Para ello, en principio tenía planeado colocar a la mujer a la derecha del encuadre y al hombre a la izquierda. Sin embargo, al comenzar a rodar se movían constantemente, aunque al final creo haber conseguido que se respete esta tendencia, al menos en un cincuenta por ciento”.
Ella fuma un cigarrillo tras otro, pero no bebe; él si lo hace, constantemente
Ella tiene acento británico, él es netamente neoyorquino.
En medio de las escenas van apareciendo solapadamente otros personajes: son ellos, en un pasado algo remoto, se reviven viejas escenas.
Un hombre y una mujer anónimos que se aproximan a la cuarentena se conocen durante la boda de la hermana del primero en un hotel neoyorkino. Mientras ella fuma un cigarrillo tras otro y él bebe también sin pausa, entablan una conversación llena de ingenio y dobles sentidos en la que cada uno va cercando al otro con la precisión de un felino. Ambos despliegan su propia estrategia con habilidad: ella es especialista en mantener a distancia a los hombres al tiempo que atrae su atención con sus ocurrencias y su acento británico; él, por su parte, sabe someter a una mujer a asedio sin cuartel desde diversos frentes, una táctica que al final resulta irresistible.
