• opiniones y comentarios de cine clásico y contemporáneo

    El juego del miedo (2004), de James Wan


    http://www.elseptimoarte.net/imagenes/peliculas/942.jpg 
    Saw, 2004, 100 min., Estados Unidos
     - DIRECTOR  James Wan
     - GUIÓN  Leigh Whannell (Historia: James Wan & Leigh Whannell)
     - MÚSICA  Charlie Clouser
     - FOTOGRAFÍA  David Armstrong
     - REPARTO  Cary Elwes, Leigh Whannell, Danny Glover, Monica Potter, Dina Meyer, Tobin Bell, Ken Leung, Alexandra Bokyun Chun, Michael Emerson
     - PRODUCTORA  Lions Gate Films
     - WEB OFICIAL  http://www.sawmovie.com/
    Valoración: 6

    El argumento, varios años después, me sigue pareciendo consistente: personas que aparecen encerradas en lugares extraños y cuyo precio de liberación es la superación de una prueba que, ni ellos ni nadie, estaría dispuesto a pasar. Llevado al cine de superproducción la cosa cambia, y más si funciona tan bien (creo que la saga va por la sexta o séptima). Las imágenes fuertes son realmente fuertes, impresionables. La alternancia entre quienes superan las pruebas y quienes no es otro punto a favor, que muestra una gama amplia de personajes y reacciones ante los hechos. Pero el armado de la secuencia es insoportable y no se sale de la  fórmula.
    Un hombre llamado Adam se despierta encadenado a un tubo oxidado dentro de una decrépita cámara subterránea. A su lado, se encuentra otra persona encadenada, el Dr. Lawrence Gordon. Entre ellos hay un hombre muerto con un revolver calibre 38 en su mano. Ninguno de los dos sabe por qué están allí, sólo poseen un casette con instrucciones que dice que el Dr. Gordon debe matar a Adam en ocho horas. Si falla, ambos morirán, junto a la esposa del Dr. y su hija. Recordando una investigación de asesinato llevada a cabo por un detective llamado Tapp, el Dr. Gordon descubre que él y Adam están siendo victimas de un psicópata conocido como Jigsaw. Sólo les quedan unas horas para desenredar el complicado rompecabezas en el que están inmersos. El asesino les ha dejado únicamente unas pistas y dos sierras de mano, demasiados débiles para cortar la cadena que los ata, pero demasiado fuertes para cortar carne y huesos...