
(El secreto de sus ojos, 2009, 126 min., Argentina)
★★★★
DIRECTOR Juan José Campanella
DIRECTOR Juan José Campanella
GUIÓN Juan José Campanella, Eduardo Sacheri
MÚSICA Federico Jusid, Emilio Kauderer
FOTOGRAFÍA Félix Monti
REPARTO Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago, Javier Godino, José Luis Gioia, Mario Alarcón, Mariano Argento, Ricardo Cerone, David Di Nápoli
PRODUCTORA Coproducción Argentina-España; 100 Bares / Tornasol Films / Haddock Films / Telefe
WEB OFICIAL http://www.elsecretodesusojos.com/
PREMIOS 2009: Oscar: Mejor película de habla no inglesa
2009: 2 Premios Goya: Actriz revelación y película hispanoamericana. 9 nominaciones
GÉNERO Thriller. Intriga. Drama
Toda la obligación de verla, esa obligación frecuentemente cómplice del displacer, no logro disuadir mi simpatía por la última de Campanella, la que unos meses después ganaría el óscar, la que Francella actúa bien, la del plano secuencia en el estadio de Huracán, la de la adaptación del libro de Sacheri, la de la historia de Benjamín Espósito, hombre recién jubilado, que trabajó toda su vida como empleado en un Juzgado Penal, y ahora está decidido a escribir una novela basada en una historia real que sucedió algunas décadas atrás, y que se basa en la historia de un asesinato ocurrido en Buenos Aires, en 1974, y en la investigación posterior. El hecho de revisar viejas piezas que armaron su vida lo llevará a revisitar sus propios sentimientos, sus conductas y decisiones.
Benjamín Espósito, secretario de un Juzgado de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de retirarse y decide escribir una novela basada en un caso que lo conmovió treinta años antes, del cual fue testigo y protagonista. Su obsesión con el brutal asesinato ocurrido en 1975 lo lleva a revivir aquellos años, trayendo al presente no sólo la violencia del crimen y de su perpetrador, sino también una profunda historia de amor con su compañera de trabajo, a quien ha deseado y amado fervorosamente y en silencio durante años. La novela que escribe Espósito nos hace recorrer los años 70, cuando en Argentina se vivían épocas turbulentas, el aire estaba enrarecido y nada era necesariamente lo que parecía ser.