• opiniones y comentarios de cine clásico y contemporáneo

    Ciudad de Dios (2002), de Fernando Meirelles y Kátia Lund



    Cidade de Deus, 2002, 130 min., Brasil
    ★★★★★
    DIRECTOR  Fernando Meirelles, Kátia Lund
    GUIÓN   Braulio Mantovani (Novela: Paulo Lins)
    MÚSICA Antonio Pinto & Ed Cortes
    FOTOGRAFÍA  César Charlone
    REPARTO   Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino, Phellipe Haagensen, Douglas Silva, Jonathan Haagensen, Matheus Nachtergaele, Seu Jorge, Jefechander Suplino, Alice Braga, Emerson Gomes, Luis Otávio, Babu Santana, Gero Camilo
    PRODUCTORA  02 Filmes / VideoFilmes. Distribuida por Miramax Films
    PREMIOS  2003: 4 nominaciones al Oscar: Mejor director, fotografía, montaje, guión adaptado
    2002: Globos de oro: Nominada Mejor película de habla no inglesa
    2002: Premios BAFTA: Mejor montaje. Nominada a mejor película de habla no inglesa
    2003: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
    2003: Festival de Toronto: Mejor película extranjera
    2003: Critics' Choice Awards: Nominada a mejor película de habla no inglesa
    GÉNERO Drama | Basado en hechos reales. Adolescencia. Pobreza. Crimen. Años 60. Años 70. Años 80. Drogas. Película de culto.

    Por Hernán Touzón
    Magníficamente narrada, Ciudad De Dios es un hito en la historia (ya no tan) reciente del cine latinoamericano. Una historia de venganza(s) en donde la línea divisoria entre el bien y el mal se va desdibujando a medida que el director nos va adentrando en un territorio ríspido pero cotidiano. Si bien por momentos trabaja en un registro estilizado, no se puede objetar el contundente realismo del enfoque, punto clave por el cual la película navega inteligentemente entre la ficción y el documental. Cabe destacar que la mayoría de los personajes fueron caracterizados por actores no profesionales (lo que lo acerca al cine documental, y también al Neorrealismo Italiano y al Nuevo Cine Argentino) y la "ambientación" no es tal, ya que la película fue filmada en la favela de Río de Janeiro. Más bien, lo que vemos en la película es "lo real" con algunos condimentos narrativos que le permiten llegar al gran público siendo fiel a sus principios.