★★★★★
DIRECTOR Roberto Rossellini
GUIÓN Roberto Rossellini, Sandro De Feo, Mario Pannunzio, Ivo Perilli, Brunello Rondi
MÚSICA Renzo Rossellini
FOTOGRAFÍA Aldo Tonti (B&W)
REPARTO Ingrid Bergman, Alexander Knox, Ettore Giannini, Teresa Pellati, Giulietta Masina, Marcella Rovena, Tina Perna, Sandro Franchina, Giancarlo Vigorelli, Maria Zanoli, Silvana Veronese, William Tubbs, Alberto Plebani, Eleonora Barracco, Alfred Brown, Alfonso Di Stefano
PRODUCTORA Ponti-De Laurentiis Cinematografica
PREMIOS 1952: Festival de Venecia: Premio Internacional. Nominada al León de Oro (mejor película)
GÉNERO Drama | Neorrealismo
Por Hernán Touzón
Película clave del Neorrealismo Italiano, tanto en su forma como en su contenido. Una obra que cuestiona las bases de la ideología burguesa de posguerra, atacándola en varios frentes. Haciendo hincapié en la denuncia sobre el accionar de las instituciones en la sociedad de control, la película brilla por su fuerte mensaje humanista y por su ferviente defensa de la dignidad humana. A nivel narrativo, quizás en algunos momentos (promediando la hora), la historia pierde algo de peso, pero logra restablecerse con gran impacto en la última media hora, en donde hay un gran trabajo de disección de las instituciones psiquiatricas y el (des)manejo judicial. Ingrid Bergman ofrece una gran actuación: el personaje que interpreta da un giro de 180 grados que demuestra (una vez más) sus grandes cualidades escénicas. Rossellini aprovecha mucho a su actriz predilecta (y al momento de filmar esta película, su esposa) al enfocarla en planos muy cercanos que pueden retrotraernos a la película La Pasión de Juana de Arco de Dreyer. Esta película fue rodada durante los años de romance entre Rossellini y Bergman, romance que fue visto como un verdadero adulterio por la prensa norteamericana y le valió un severo boicot por parte de Hollywood, que duró 3 años, en los cuales la actriz no pudo volver a EEUU. Dato interesante, ya que es una muestra del mismo comportamiento que Rossellini denuncia en su película.