
Une liaison pornographique
| 2000
| 2000
| 80 min.
| Francia
| Francia
| DIRECTOR Fréderic Fonteyne
| GUIÓN Phillippe Blasband
| MÚSICA Jeannot Sanavia, André Dziezuk, Marc Mergen
| FOTOGRAFÍA Virginie Saint-Martin
| REPARTO Nathalie Baye, Sergi López, Paul Pavel
| PRODUCTORA Coproducción Francia-Bélgica-Luxemburgo-Suiza; Artemis Produtions / Samsa Film / Les Productions Lazennec / ARP / Fama Film / RTBF / SRG/SF
| 1999: Venecia: Mejor actriz (Nathalie Baye)
| GUIÓN Phillippe Blasband
| MÚSICA Jeannot Sanavia, André Dziezuk, Marc Mergen
| FOTOGRAFÍA Virginie Saint-Martin
| REPARTO Nathalie Baye, Sergi López, Paul Pavel
| PRODUCTORA Coproducción Francia-Bélgica-Luxemburgo-Suiza; Artemis Produtions / Samsa Film / Les Productions Lazennec / ARP / Fama Film / RTBF / SRG/SF
| 1999: Venecia: Mejor actriz (Nathalie Baye)
Valoración: 8
Ni excitante ni conmovedora, Une liaison pornographique (también traducida como Una relación privada) cuenta la historia de una pareja que se conoce a través de una revista porno (en un anuncio publicado por ella) con la idea de cumplir fantasías de las que (lamentablemente) no se habla. En palabras de ella, se trata de una relación pornográfica, porque fue concebida unicamente para tener sexo, como en las películas. Pocos escenarios, diálogos muy puntuales, brevedad y otros aciertos hicieron que la película me convenciera. La obra original pertenece al cineasta y escritor belga Philippe Blasband.
[...] El director belga Frédéric Fontayne no invita a meterse de lleno sino a pispear en la relación que un hombre y una mujer de unos cuarenta años sostienen durante algunos meses. La historia, que reposa casi exclusivamente en estos dos personajes (Sergi López y Nathalie Baye), arranca con un aviso que publica ella solicitando compañero para realizar cierta misteriosa fantasía "pornográfica". El responde y se dan cita en un bar de París. [...] [La película] descuella precisamente por eso: un punto de vista coherente y riguroso. Ella es "ella" y él es "él" porque parte del convenio implícito entre ambos supone que sus nombres, como sus trabajos y sus familias –es decir la historia de cada cual– quedarán completamente al margen de esas citas que los unen una vez por semana con puntualidad matemática. No sabemos más de ella que lo que sabe él (y viceversa) y quedamos tan afuera de la fantasía como los interlocutores invisibles (¿sus terapeutas?) ante quienes uno y otra reconstruyen las alternativas de una relación que –esto se sabe desde el vamos– ya forma parte del pasado. Esta mirada "filtrada" genera tensión, siembra expectativas, sugiere preguntas. Estas últimas, a su vez, se ahondan con las reconstrucciones verbales de los hechos, en las que ella y él nunca coinciden por completo, y en todos esos primeros planos (hay muchos, y en buena hora) que expresan tanto como lo que parecen esconder. [Fuente: Guillermo Ravaschino - Cineismo]