• opiniones y comentarios de cine clásico y contemporáneo

    Velódromo (2010), de Alberto Fuguet


    Velódromo, 2010, 111 min., Chile    
    DIRECTOR  Alberto Fuguet
    GUIÓN  Alberto Fuguet, René Martín
    MÚSICA  Cristian Heyne
    FOTOGRAFÍA  Jorge González
    REPARTO  Pablo Cerda, Francisca Lewin, Lalo Prieto, José Pablo Gómez, Lucy Cominetti
    PRODUCTORA  4 Avenidas / Adobe / Cinepata / La Nena
    GÉNERO  Comedia. Drama

    Fuguet es un gran escritor. A mi gusto, uno de los grandes narradores latinoamericanos contemporáneos. En sus ficciones textuales siempre está presente el cine de alguna forma. Es un cinéfilo declarado, lo cual puede llevar a pensar a cualquiera, como me pudo haber llevado a mí, que el Fuguet cineasta de oficio no iba a estar a a la altura de su narrativa literaria, la de los libros, pero, lejos de eso, Velódromo muestra una película muy bien terminada, y un gran trabajo de dirección, que ha llevado, entre otras cosas, a que la caracterización de Pablo Cerdá sea de muy buena calidad.
    Un hombre llamado Ariel Roth está a punto de cumplir 35 años y, con sus ritmos, sus manías y su comodidad, no ve venir que el mundo opina que debe moverse del lugar donde está: en unas horas, por “inmaduro”, es dejado por su novia y también por ¡su amigo! ¿Se moverá Ariel hacia donde quieren los demás?? Velódromo se presenta como “una comedia existencial santiaguina”. Y los temas de esta comedia son la edad, el trabajo, los amores, las películas (que Ariel baja de Internet y ve en su computadora) y la posibilidad de ser como se quiere ser. Fuguet cree en las películas narrativas, nada anémicas, en las películas que se mueven (como Ariel en su bicicleta), y sabe que hacer cine es también hablar de éste, y de ahí los memorables dardos sardónicos al personaje del director que “triunfa” en Europa. Velódromo es una comedia quejosa pero no cínica, con algún parentesco con las emociones del cine de Ezequiel Acuña, y con un uso brillante del digital para los exteriores santiaguinos, que todo el tiempo parecen reflejar una luz particular, hermosa en su fragilidad y también hermosa en su plenitud.